Bernal Cruz (San Jacinto Amilpas, Oaxaca), aprendió a trabajar con juncos de río cuando era joven. Su abuelo, que recolectaba juncos y los tejía para hacer cestas, le enseñó las habilidades básicas para trabajar con este material, pero en lugar de hacer artículos utilitarios, Tomás prefería crear juguetes inspirados en animales y automóviles para las fiestas que se celebran en su pueblo natal.
Se ha dedicado a perfeccionar su trabajo y desarrollar los talentos y habilidades que ha heredado de la cultura zapoteca. Sus diseños originales surgen de su imaginación, de los recuerdos de sus propios juguetes de la infancia y de los juguetes populares mexicanos. Ocasionalmente, incorpora la cartonería, carpintería y otras artes tradicionales a su producción artesanal. Ha ganado reconocimientos y participado en exposiciones en México. |